Ya se ha acabado la visita, y consideramos que ha sido un éxito.
En el plano académico hemos visto una manera diferente de trabajar en lo mismo. Los estudiantes son disciplinados, puntuales, limpios y discretos.... ¡¡y los profesores también!!
El sistema educativo checo, aunque no es especialmente complicado en teoría (Ver resúmen), sí que se complica cuando se contemplan las modalidades de bachillerato y enseñanza secundaria en los diferentes tipos de centros educativos, unos orientados a los estudios generales (Liceos), otros a sanidad, otros a economía, lenguas, tecnológico, de artes.... Sin perjuicio de las enseñanzas de formación profesional, que también permite conseguir el equivalente al bachillerato. Si alguien está interesado en el tema hay información en la Wikipedia en castellano, aunque se entiende casi mejor en la versión inglesa de la Wikipedia, que también es más completa.
En todos los casos hay que pasar un examen de ingreso al instituto y un examen final (antes de acceder a la universidad): la "maturita" que es un examen ORAL y ante público... La verdad es que ha de ser duro para los estudiantes, pero es una prueba de la que los estudiantes seguro que salen fortalecidos y con más "tablas".
El sistema educativo es completamente gratuito y, en general está bien valorado internacionalmente (Fuente: OCDE) y también en lo que respecta a la formación profesional (Fuente: OCDE).
La República Checa es el país de la OCDE con mayor tasa de educación media o superior (92% de la población frente al 58% de España, Fuente: OCDE) y el país de la Unión Europea con menor tasa de paro (2,7% en septiembre de 2017, frene al 16,7% de España en ese mismo mes, fuente: Eurostat). Los datos justifican nuestra curiosidad. Hemos intentado conocer cómo hacen las cosas para obtener mejores resultados que nosotros y, en general, hemos visto que hay una diferencia esencial: se trabaja más, con más seriedad, más puntualidad y más respeto... y no solo los estudiantes, también los profesores. O quizá, primero los profesores y los estudiantes siguen el ejemplo.
Otras diferencias que hemos visto son:
- Son extremadamente limpios y ordenados.
- Correctos y ortodoxos en el trato (siempre saludan estrechando la mano), pero en absoluto distantes.
- Tampoco falta la cortesía: siempre reciben con algún pequeño refrigerio.
- La puntualidad es algo obsesivo: si una clase empieza a las nueve, debe empezar a las nueve, lo que quiere decir que los estudiantes y el profesorado han de llegar ANTES de esa hora para poder empezar en punto (!).
- El nivel académico es muy parecido al nuestro, pero en unas clases en las que los estudiantes están absolutamente callados, el que quiere atender atiende y entiende (evidentemente siempre habrá el que se despiste o el que esté "enamorado", pero si está callado, no molesta).
- La disciplina, la jerarquía en el profesorado y en los centros de trabajo donde se realizan las prácticas son muy marcadas. Esto ayuda a formar a los estudiantes a asumir responsabilidades, sobre todo porque ve que los profesores también son disciplinados.
En término general, no son más listos, pero sí que se toman más en serio su trabajo o su estudio. A lo mejor es esta la diferencia esencial.
En lo que respecta a la comida, hemos visto que
- La comida se basa en Carne de cerdo, patatas y cerveza. Hay muy poco pescado (carpa y poco
más) y no es habitual el pan en las comidas, a menos que se sirva como parte del plato. Como fuente de hidratos de carbono en las comidas, es mucho más común el puré de patatas, las patatas cocidas o los Knedliky, una masa, parecida a la de pan, pero que va hervida en vez de horneada. La verdad es que un Gulash con Knedliky (Guláš s knedlíky) es algo inolvidable.
- La cerveza está exquisita aunque hay que ser un gran bebedor. Una cerveza "normal" es de medio litro, la cerveza "pequeña" es de tercio de litro. Si uno quiere una más pequeña, se extrañan muchísimo y la sirven de barril porque no hay botellines tan pequeños. Pese a los grandes volúmenes, la cerveza tiene menos alcohol que la española, con lo que se puede "soportar" mejor.
- En las comidas es frecuente que se tome té, refrescos o agua con sabores o con trozos de fruta u hojitas de hierbas. También venden aguas aromatizadas. Que se sea tan "abstemio" en el país con mayor consumo de cerveza del mundo tiene una posible explicación: el límite para conducir es cero y que se toma muy en serio, porque parece ser que siempre que interviene la policía (por lo que sea) se somete a todos los conductores al test de alcoholemia.
- Es habitual el café o el te después de comer, pero no toman postre. Llegado el caso, se merienda después. En la merienda, el café se sirve presentado, con su decoración en la espuma de la leche o con un poquito de leche o nata y otro poquito de agua.... Hace miles de años que no vemos esto en España....
Otras cosas que nos han llamado la atención han sido:
- El uso de sandalias de dos tiras sin talón y con calcetines para estar en casa y en los lugares de trabajo. Al visitante no le obligan a que se descalce... pero, en ocasiones, se le "ofrece amablemente" unas calzas.
- El silencio y la limpieza en las calles. El ciudadano checo normal es silencioso y limpio. Pasan hordas de estudiantes por un pasillo y no se oye más allá de un murmullo y después no hay ni un papel en el suelo...
- El cumplimiento estricto y obsesivo de las normas de tráfico. No sabemos si es que la vigilancia policial es absoluta, pero los coches respetan absolutamente los límites de velocidad ¡¡y los semáforos en naranja!!
En general son diferentes a nosotros. Algunas cosas llaman la atención por lo positivo (la puntualidad, la cortesía, la educación) y otras por lo negativo (el amor por las sandalias con calcetines)..... Si te apetece leer las cosas de los checos que son llamativas paa los españoles, mírate este blog que hizo un empleado de la Embajada de España en la República Checa....
Además, hemos tenido trabajo, pero también algo de ocio....
En definitiva, una experiencia para repetir.
República checa, octubre 2017
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